El Pleno del Parlamento Europeo aprobó el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) para garantizar estándares internacionales en materia de privacidad, seguridad y protección de los datos personales ante el entorno digital y sus evoluciones comerciales y jurídicas constantes.
Derecho al olvido digital, consentimiento claro y deliberado de los ciudadanos, derechos particulares ante incidencias de seguridad de las empresas, portabilidad.
Los costes de la técnica y de su aplicación deben estar en función de la naturaleza, el alcance, el contexto y los fines del tratamiento de los datos personales; dimensionando los riesgos a los que están expuestos.